Imaginémonos que en Costa Rica seamos capaces de estimular la vinculación y gestionar el flujo de conocimiento y tecnología entre universidades, instituciones de investigación, empresas y mercados; y que además podamos impulsar la creación y el crecimiento de empresas innovadoras mediante mecanismos de incubación y de generación centrífuga.
Vivimos en tiempos que hace tres meses no nos imaginábamos. Estamos teniendo que redefinir nuestros estilos de vida, replantear nuestros trabajos, restructurar nuestros negocios, y repensar nuestro futuro como personas y como país. Los retos que nos plantea el COVID-19, la geopolítica mundial y la competitividad de Costa Rica son enormes, y debemos tener absoluta claridad de donde estamos parados y hacia donde queremos ir.